top of page

Insolting and unacceptabol: Qué esperar de la política exterior de los candidatos

  • Hristo Torres
  • 19 feb 2018
  • 3 Min. de lectura


Aunque aún falta mucho para el 1 de julio y ningún candidato ha presentado su proyecto de política exterior, creo que ya es posible ir creando y analizando posibles escenarios de los tres principales contendientes a la Presidencia de la República. Para ello, he tomado en cuenta sus antecedentes en el tema, tanto personales como de su partido. Cabe señalar que estos son análisis fundamentados, y no predicciones grabadas en piedra, así que es más que posible que me equivoque.



Comencemos con José Antonio Meade. Uno podría esperar que ya tenga a sus asesores trabajando en sus lineamientos de política exterior. La piedra angular de la campaña de Meade es que cuenta con amplia experiencia como servidor público, destacando su periodo como Secretario de Relaciones Exteriores, lo que debería de sumarle puntos en esta área.


Foto de @JoseAMeadeK





El plan, sin embargo, probablemente no aporte nada nuevo ni provechoso. Estoy casi seguro que la política exterior de Meade no sería diferente a la Peña o a la de cualquier otro mandatario priísta. Se hablará de dinamizar la política exterior, de diversificarla y de convertirse en un líder regional, pero poco se hará al respecto. Por el contrario, el objetivo seguiría siendo la promoción de intereses particulares. Si acaso, considero que Meade sería quien pudiera manejar con mayor destreza a Trump, lo cual será algo indispensable para el próximo mandatario mexicano.




Por su parte, pienso que uno de los mensajes que Ricardo Anaya ha tratado de comunicar durante su precampaña es que tiene la capacidad de ser un líder con presencia internacional, aunque quizás le haya resultado un tanto contraproducente (recordemos el meme “Its insolting and unacceptabol”). Dudo que fuera capaz de dirigir una política exterior innovadora, pero por lo menos no sufrirá el escrutinio al que se sometería Meade en términos de transparencia y cacería de brujas con todo lo que tenga un ligero aroma a corrupción.


Foto de @RicardoAnayaC





El hecho que los dos ex presidentes panistas se deslindaran de él incluso podría ser una bendición disfrazada. Ni Fox ni Calderón serán recordados como presidentes que hayan elevado el prestigio internacional de México, sino todo lo contrario. Durante sus doce años colectivos, México perdió liderazgo en la región y se deterioró enormemente la relación con los gobiernos de países como España, Francia, Venezuela y Cuba.




Pienso que si Anaya lograra pasar su mandato sin ningún escándalo de corrupción, consiguiera ratificar los tratados internacionales que se están negociando actualmente y se mantuviera firme ante las presiones de Trump, se podrá decir que fue un buen periodo para la política internacional del país.




Por último, tenemos a Andrés Manuel López Obrador, por supuesto. Su caso es el que más me preocupa, pues es probablemente el candidato más imprevisible de los tres. Para empezar, no me lo imagino dialogando con Trump. Bien puede ser que se asesore con los intelectuales que le apoyan, diseñando un plan de acción para contener al presidente estadounidense mientras siga en el poder. De lo contrario, puede que termine llamándolo “chachalaca gorda copetona” o algo por el estilo en un foro internacional.




Lo que no cabe duda es que buscaría colocar a México como un líder regional en Latinoamérica, forjando alianzas con gobiernos afines como los de Perú, Venezuela y Cuba. Si bien una política más activa en el continente es algo que la Academia mexicana viene reclamando desde hace décadas, también hay que tener cuidado a quiénes llamamos amigos. No deberíamos de acercarnos tanto a regímenes conocidos por sus atropellos de derechos humanos y políticas populistas si no es para ayudarles a superar estas prácticas.


Foto de @lopezobrador_





Por último, el único principio del que Andrés Manuel no se ha deshecho durante estas elecciones es del nacionalismo. Habrá que ver cómo puede afectar esto a los tratados comerciales y políticos con los que actualmente cuenta nuestro país. No vaya a ser que después de años de negociaciones AMLO decida rehacer los acuerdos de los que somos parte para imponer medidas proteccionistas.




Así, en el mejor de los casos tendríamos una política exterior mediocre. En el peor, se seguirán favoreciendo los intereses de ciertos sectores de la población, se corre el riesgo de destrozar nuestra relación más importante y de quedar aislados como parias internacionales. Lo que es verdaderamente insultante e inaceptable es que tendremos que elegir entre el menor de los males.

















PARTNERS

Queda prohibida la reproducción total o parcial de este material por cualquier medio sin el previo y expreso consentimiento por escrito de Metrópoli Digital.

  • Facebook - Grey Circle
  • YouTube - Grey Circle
  • Instagram - Grey Circle
  • Twitter - Grey Circle

© 2018 Metrópoli Digital

 

bottom of page