Los herederos de Londres tras el “Brexit”
- Iván Guerrero
- 15 oct 2017
- 4 Min. de lectura
“La pelota está en su tejado”, ha dicho el lunes 9 de septiembre 2017 la primera ministra británica Theresa May a los líderes europeos en la ya quinta ronda de negociaciones del Brexit. Los términos del divorcio del Reino Unido con el grupo de los 27 incluyen: los derechos de los ciudadanos residentes en Reino Unido y viceversa, la frontera irlandesa y la factura que deberán de pagar los ingleses al irse.
Ante este último punto surge la pregunta: ¿quién heredará los puestos de trabajo y los hubs financieros que ahora están en Londres tras su salida de la Unión Europea? Actualmente Reino Unido concentra el 90 por ciento de la cuota de servicios bancarios en la eurozona, su rechazo a permanecer dentro del mercado comunitario supone una pérdida del 30 por ciento del mercado y ya hay dos ciudades que ven jugosas oportunidades de negocio: París y Fráncfort.

Ni la Ciudad Luz ni la ciudad por que corre el Río Meno quieren dejar pasar esta única oportunidad y desplegar todos sus encantos para convertirse en la nueva City -o cité- de las finanzas en el viejo continente una vez que se consume el abandono británico del bloque. La competencia será muy dura y es que no solamente estas dos ciudades se pelean por albergar las sedes o “headquarters” de empresas tan importantes como Citigroup, Standard Chartered o Goldman Sachs, también Madrid y Ámsterdam desean su parte del reacomodo de corporativos financieros.
De momento, Fráncfort lleva la delantera; algunas entidades financieras han elegido esta ciudad alemana como su próxima sede temporal. Por su parte, París tiene también varias cartas bajo la manga: No solamente Francia está comenzando a asumir el liderazgo europeo llevado de la mano de su nuevo presidente Emanuel Macron, sino también fuera de Europa el hexágono encabeza ya la lista de países más influyentes del mundo.
El poder de Monsieur le President
Con tan solo 39 años, Macron ha logrado, en poco más de un año, pasar de no tener ni siquiera partido político –aunque ocupaba anteriormente la cartera de economía del partido socialista de Francois Hollande- a ocupar el palacio del Elíseo y ser una de las figuras más importantes en la escena política mundial luego del aislamiento de Estados Unidos bajo la amarga sombra de Donald Trump.

En los últimos meses Francia se ha colocado a la cabeza de la lista de los países más influyentes del mundo, según la lista “soft power 30” que mide el poder de influencia de los países por su poder blando– el poder de persuasión y atracción que tiene un país sin usar medios coercitivos. La República Francesa, que hace un año estaba en la quinta posición, ha escalado a la primera desbancando a Estados Unidos, Reino Unido, pero también a su principal aliado y rival europeo: Alemania.
Inicia la carrera
Las grandes multinacionales y los corporativos situados en Reino Unido saben que queda poco para que se cumpla el plazo y Londres deje de ser el “hub” financiero de Europa en la primavera de 2019. Al perder su pasaporte directo para hacer negocios con el resto de los 27 estados miembro de la Unión Europea, todos miran migrar hacia alguna ciudad dentro de la UE.
El premio por convertirse en el nuevo corazón financiero de Europa es muy jugoso. De acuerdo con el laboratorio de ideas Bruegel, Londres podría llegar a perder hasta 20 mil plazas directamente relacionados con la banca y otros 10 mil puestos de empleo relacionado con los servicios financieros. Los puestos que ocupan hoy en día cientos de ejecutivos en “la city” serán reacomodados en los nuevos centros financieros de la unión. Es por ello que París ha puesto manos a la obra y de la mano del ejecutivo francés desean convertirse en la nueva primera plataforma financiera tras el Brexit, así lo ha admitido el primer ministro francés Édouard Philippe.
Una de las estrategias jugadas por el gobierno de Macron ha sido celebrar en París el evento llamado “Paris Europlace Financial Forum”, que acogió a 2 mil 500 altos responsables de la industria financiera “europea y global”. En él, más de 50 países estuvieron representados y escucharon todo lo que el nuevo gobierno francés tiene que ofrecer en infraestructura y facilidades para establecer las nuevas sedes financieras en la ciudad del Sena.

Sin embargo, pese al fenómeno de Macron y a la gran expectativa que tienen los franceses en este repunte en el plano internacional, París tendrá que esforzarse mucho más para ser la plaza preferida por las corporaciones multinacionales. Fráncfort lleva una cómoda ventaja ya que comenzó mucho antes su campaña para convertirse en la heredera de Londres tras el Brexit. La ciudad que crece junto al Meno es cede de varias corporaciones bancarias y, nada más y nada menos, que cede del Banco Central Europeo.
Fráncfort es, al día de hoy, la elección final del banco de inversiones Morgan Stanley, los gigantes de la banca americana Citigroup y Standard Chartered así como de Nomura Holdings, mientras que Goldman Sachs está planteándose una decisión similar, según Bloomberg.
La única entidad financiera que ha decidido marcharse a París tras la salida de Reino Unido del mercado comunitario es el banco HSBC, el cual contempla reubicar su sede –hasta mil puestos de trabajo- a la capital francesa. También lo hará la firma francesa Société Générale quien dejará de operar en tierra británicas para regresar al hexágono a partir de 2018. Con la gran infraestructura que piensa ofrecer Francia podría ser que, efectivamente, se convierta en la nueva cité de las finanzas en Europa. Tendremos que esperar qué concesiones al mercado laboral está dispuesto a hacer el cuarto gobierno de la todopoderosa canciller alemana Angela Merkel. Todavía no hay nada escrito.