"Valor y verdad: el legado de Belisario Domínguez"
- Miguel Ángel Méndez
- 8 oct 2016
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El 7 de octubre de 1913 fue asesinado en la Ciudad de México el médico cirujano y senador por el estado de Chiapas, Belisario Domínguez Palencia. El legado dejado por el Dr. Domínguez es recordando por el Senado año tras año bajo un ideal de patriotismo y servicio público.
Como parte de su vida, Belisario Domínguez egresó de La Sorbonne y fue electo en 1912 senador suplente. En 1913 llegó a la Ciudad de México en un momento en el que los ideales de la revolución y especial los postulados maderistas se encontraban en un punto de rechazo en el Congreso de la Unión y en las altas esferas de la política mexicana.
Durante su estancia en el Ciudad de México, Don Belisario tuvo una participación en el periódico Regeneración ya que él compartió la visión maderista. Unos de los reconocimientos que obtuvo como servidor público fue la atención a los problemas del analfabetismo, el hambre y la miseria.
Una de las consecuencias que generaron su enfrentamiento con el gobierno huertista de aquella época es, sin lugar a dudas, el discurso pronunciado el 17 de septiembre de 1913 en la tribuna del Senado, en el que en su contenido hablaba de los asuntos urgentes para la salud de la patria, del engaño que Victoriano Huerta pretendía ser ante el Congreso de la Unión, de la situación política y social de la época y finalmente un llamado a servir a la patria.
Luego de casi cien años, el Senado de la República declaró el año 2013 como "Año de Belisario Domínguez". Un reconocimiento que, de acuerdo a Josefina McGregor, "es parte de la herencia moral ya que defendió con su palabra firme la legalidad y las libertades civiles quebrantadas con el golpe militar encabezado por victoriano Huerta en 1913 contra los poderes legítimamente constituidos".

A partir de 1954, el Senado de la República estableció un reconocimiento a los méritos ciudadanos a través de una medalla que lleva el nombre del senador chiapaneco. Desde la fecha se han entregado esta presea a hombres y mujeres mexicanas con labores excepcionales, tales como al ex rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, al escritor Jaime Torres Bodet, a Jaime Sabines y Rufino Tamayo. Durante la última conmemoración el reconocimiento fue al empresario Alberto Baillères.
El legado de Belisario Domínguez tiene que ser recordado, además de enfrentarse a situaciones políticamente incorrectas y a personajes con el completo control de la política y el ejército, bajo una perspectiva de hombre de honor y con respeto al país.
