"GERARDO "Dr. Atl" MURILLO"
- Diana Hurtado
- 3 oct 2016
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Gerardo Murillo Cornado, mejor conocido como Dr. Atl, nació el 3 de octubre de 1875 en Guadalajara, Jalisco, y falleció el 15 de agosto de 1964 en la Ciudad de México. Fue un vulcanólogo, pintor, político, ensayista, periodista, cuentista, entre otras muuuuchas cosas que dejó marca en la historia de México y dio inicio a dos de las corrientes artísticas más emblemáticas como lo son el muralismo y el paisajismo.
Comenzó sus estudios en Guadalajara y en el año 1896 ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes en la Ciudad de México; tiempo después, el presidente Porfirio Díaz le otorgó una beca para que continuara sus estudios en Europa, donde estudió Filosofía y Derecho Penal en la Universidad Estatal de Roma, Italia. Durante su estancia en Europa, el escritor Leopoldo Lugones bautizó a Gerardo como Dr. Atl, palabra que en lengua náhuatl significa “agua”.
A principios del siglo XX regresó a la Ciudad de México y comenzó a trabajar como profesor en la Academia de San Carlos, donde impartió clases a tres de los principales muralistas de nuestro país, por supuesto hablamos de: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.
Posteriormente, Murillo se fue adentrando al movimiento revolucionario de 1910 compartiendo escenario con Venustiano Carranza, al tiempo que desempeñaba su cargo como Director de la Escuela Nacional de Bellas Artes. No satisfecho con su actual situación académica, decidió estudiar vulcanología lo que dio lugar a múltiples paseos por el Popocatépetl e Iztaccihuátl, fue aquí donde encontró la inspiración para realizar obras con temas paisajísticos y elaboró dibujos, esquemas y ensayos de carácter científico.

Fue en uno de sus paseos que el Dr. Atl presenció el nacimiento del volcán Paricutín, mismo que se convertiría en su tema predilecto y al que le dedicaría el libro Cómo nace y crece un volcán, el Paricutín donde reunió apuntes y pinturas que retrataban la naturaleza del volcán. Otra de sus aportaciones fue el atl-color, esta técnica consistía en la aplicación de una pasta dura compuesta por resina y cera con la que se podía pintar sobre tela, papel o roca.
Sin embargo, en uno de sus paseos tuvo un accidente que le hizo perder la pierna, pero no el gusto de pintar. Imposibilitado para caminar, tuvo la oportunidad de viajar en helicóptero y observar el paisaje desde otro punto de vista. Fue así como creó la técnica del “aeropaisaje”, es decir, escenas geográficas pintadas desde las alturas.
Por otra parte, hizo diversas aportaciones a la literatura y al periodismo, publicando textos de ficción y ensayos con posturas radicales, mismos que le valieron el rechazo de sus contemporáneos; empero, fue autor y editor de varios libros sobre arquitectura colonial y arte popular, así como del Popocatépetl y de una colección de cuentos inspirados en la Revolución Mexicana.
Debido al trabajo de toda una vida, fue galardonado con la Medalla Belisario Domínguez en 1956, que le fue entregada por el Senado de la República y en 1958 el Premio Nacional de Bellas Artes por su larga trayectoria. Gerardo Murillo falleció el 15 de agosto de 1964 en la Ciudad de México y sus restos se encuentran en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón de Dolores.

La trayectoria del Dr. Atl estuvo compuesta de un arduo y extenso trabajo: fue precursor del paisajismo y muralismo, corrientes que más adelante inspirarían a José María Velasco, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco; realizó diversas exposiciones y donó la mayor parte de sus obras; estuvo tras bambalinas apoyando al movimiento revolucionario, entre otras cosas. Su vida es digna de estudiar, así como su trayectoria, pero por una u otra razón su historia se ha quedado en las páginas de los libros, olvidando a uno de los personajes más influyentes del siglo XX que también dejaría los cimientos para lo que más adelante se denominaría: nacionalismo mexicano.