"2 DE OCTUBRE, NO ME OLVIDES"
- Jordan Castro
- 3 oct 2016
- 2 Min. de lectura

Ya son 48 años de lo ocurrido en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Ese día que impactó la vida de miles de estudiantes, padres y sociedad en general por la atroz represión del presidente Gustavo Díaz Ordaz. Podemos decir que hay un México antes y después de este suceso, ya que ningún movimiento anterior llegó a persuadir tanto a la gente como este.. El 2 de octubre es un día de compasión y reflexión hacia los compañeros caídos por la represión del autoritarismo del partido-gobierno.
Es ese mismo autoritarismo que reprimió no sólo al movimiento estudiantil, sino a los partidos políticos opositores, a los movimientos ferrocarrileros y obreros, junto a los que reclamaban un sindicalismo libre fuera del corporativismo del mismo régimen. El movimiento estudiantil nos dio lecciones que son válidas para la transformación del país. El reclamo de los estudiantes por exigir libertad sigue siendo legítimo mientras exista en este país las desapariciones forzadas y represiones a pesar de la “apertura democrática”.
El movimiento estudiantil ocupó las calles y su vocación por una protesta pacífica y civil fue uno de sus grandes aciertos. Raúl Álvarez Garín, uno de los líderes del movimiento, dijo ‘’reconocerse’’ en la disciplina de Gandhi en el sentido de la no violencia, la creatividad de la protesta, y la defensa de la dignidad de la persona humana. (Ruiz Guadalajara, 2015). La pluralidad existía dentro de sus miembros, desde simpatizantes demócratas hasta marxistas. Incluso en los mítines cuando un orador utilizaba conceptos que fueran más complejos y abstractos, el movimiento le reclamaba que hablara ‘’concretito’’. Sabían que era hora de sumar, no de dividir.
Su compromiso por un México mucho más libre y democrático, a pesar de que el movimiento empezó por una pelea entre pandillas, por la represión el movimiento se inclinó por esto. La bandera de la libertad estuvo presente. La represión era evidente en esos años en los que las disidencias eran calladas y quienes se asumían como tal terminaban en la cárcel. El gobierno empezaba a mirar con malos ojos al movimiento que envió a los militares a entrar a Ciudad Universitaria, pero la marcha silenciosa del 13 de septiembre en una práctica de civilidad, dejó en claro al gobierno que existía un movimiento democrático con la ayuda de todos, levantando la V de Venceremos.
Pero la reacción a esta acción fue violenta. El 2 de octubre los estudiantes que celebraban un mitin en Tlatelolco fueron víctimas de una masacre por parte de la milicia y el gobierno de Díaz Ordaz. Se les asesinó por disidir, por no estar de acuerdo, por expresar sus inconformidades, por desnudar el autoritarismo, por su vocación a la libertad.
Ahora estos estudiantes, sin que se idealice el movimiento, son mártires de la democracia de nuestro país, así como los acaecidos en Guerrero y los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Lo anterior nos deja claro que también nuestra condición social y natural, inherente al ser humano, es nuestra búsqueda por la libertad. Como lo decía Albert Camus: "A pesar de las ilusiones racionalistas, e incluso marxistas, toda la historia del mundo es la historia de la libertad."
Por eso hoy más que nunca, ante una situación crítica del país, honremos el compromiso del movimiento estudiantil en este día 2 de octubre que nos dice: no me olvides.