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"UNA DE LAS 7 MARAVILLAS DE EUROPA"

  • Diana Vázquez
  • 26 ago 2016
  • 4 Min. de lectura


No cabe duda de que Europa está compuesta por excelsas construcciones que denotan lo vasta que es su cultura en cuestiones arquitectónicas, Grand Place (Bruselas) es considerada como una de las más bellas plazas del mundo. Y es reconocida mundialmente por su riqueza en decoración. Dicha plaza tiene una importancia impresionante debido a que en el año de 1998 fue inscrita en la lista de patrimonio de la UNESCO.


La Grand Place acoge numerosos acontecimientos históricos y trágicos; por ejemplo, algunos de ellos cometidos por la Santa Inquisición en 1523 tras haber quemado a los primeros mártires protestantes; 40 años más tarde fueron decapitados 2 condes. Sin embargo, a pesar de estos acontecimientos tan per turbantes, la plaza Grand Place acoge a distintos acontecimientos de índole cultural y festivos, algunos de los que se pueden encontrar es la colocación en su centro de una inmensa alfombra de flores, en agosto de cada año, que es compuesta por más de 500,000 plantas de begonia.



Dicha plaza también ha tenido la implantación de un mercado en dicho lugar, que evidentemente abrió el desarrollo comercial a finales del siglo XI. Sin embargo, cabe mencionar que en el año de 1174 existió un escrito que mencionaba un (fórum inferías) es decir, un bajo mercado que se situaba no lejos de la parte del río Senén en la que se había convertido para que se permitiera la carga de barcas. Lo más peculiar de este barrio es que tienen una gran fe en la Iglesia de San Nicolás, ya que es patrón de los comerciantes.


Es entonces cuando en el siglo XIII se da la construcción de 3 mercados entre la plaza y el Steiner. Principalmente un mercado de carne o un Gran Boucherie (Gran carnicería) y, por el lado de la plaza, un mercado de pan y de tejidos, pero estos mercados eran pertenecientes al duque de Brabante. Lo que se logró con estas mercancías fue exponerlas con el fin de controlar su venta y fijar tasas. Pero en el siglo XIV las obras realizadas en la plaza comenzaron a generar la necesidad de la autoridad en la ciudad, constituida por artesanos y comerciantes frente a una autoridad impositiva de los señores. La ciudad de Bruselas comenzaba a tener competencia con sus vecinas de Malinas y de Lovaina. Esto repercute en que hace construir por su cuenta en 1362 un nuevo mercado de tejidos, por aquel entonces primera industria de la ciudad, al otro lado de la plaza. Este mercado fue representado en un grabado en el año de 1650 por Abraham Santvoort. Más tarde, la ciudad compra para destruirlos los edificios que molestaban en la plaza y define sus límites.


Debido al paso de los años, entre el año 1401 y 1455, la plaza logra la transformación en la sede del poder municipal, que representa al poder central que es enmarcado por el Palacio de Coudenberg, pero es en 1406 cuando pierde su función comercial y se convierte en un lugar de recepción y de justicia principesca; la construcción cambia en ese momento debido a que comienzan a construir casas de ricos empresarios alrededor de la plaza y de los gremios cuya influencia es muy importante. La mayoría de estas casas están hechas de madera y son reconstruidas en piedra a largo del siglo XVII.


Dicha plaza fue destruida casi por completo en el año de 1695, pero fue reconstruida en unos años. Sin embargo, a lo largo de los dos siglos siguientes la plaza sufrió importantes degradaciones debido a que los sans-culotte destruyeron una gran parte de estatuas del antiguo Régimen. Más tarde, los edificios también fueron objeto de transformaciones impresionantes, fachadas blanqueadas, decoraciones que fueron suprimidas y, además, contaminación.

Impresión del Ayuntamiento de Bruselas (1910, fragmento), original por Abraham Santvoort


Fue entonces, gracias al impulso del alcalde Charles Buls, quien implementó un progreso restaurado y reconstruido con base en algunos planos y a la época de la reconstrucción, que en 1856 se instauró una fuente en conmemoración del vigésimo quinto aniversario del reinado de Leopoldo I de Bélgica. Sin embargo, fue sustituida en el año de 1860 por otra con la imagen de los condes que habían sido decapitados en la plaza que de igual manera fue desplazada. Fue durante la Belle-Èpoque cuando fue construido un kiosco de música.


La composición del ayuntamiento que es parte de la plaza es el único que conserva el estilo medieval. La torre de estilo gótico, por otro lado, mide 96 metros. Lo más peculiar de esto es que en su extremo tiene la estatua de San Miguel Arcángel (patrón de Bruselas) venciendo al demonio. Cabe mencionar la asimetría del edificio, debido a que la torre no se encuentra precisamente en el centro, sino que la parte izquierda es diferente a la derecha y, según se cuenta en una antigua leyenda de los bruselenses, el arquitecto a cargo de dicha obra se suicidó al tirarse de la torre cuando vio tan gravísimo error arquitectónico. Esta plaza aguarda belleza e historia convertidas en patrimonio de la humanidad.

 
 
 

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