"LA NARCOCULTURA, UNA COMUNIDAD TRANSNACIONAL"
- Diego Díaz
- 25 jul 2016
- 3 Min. de lectura

La globalización ha dejado vencedores y perdedores, ha construido lazos que se reproducen en una “cultura global”, una cultura compartida.
El problema del narcotráfico en América Latina sigue presente; la globalización ha acentuado las consecuencias de este cáncer, hoy un cáncer transnacional. La cultura del narco es parte de estas consecuencias, es entendida como el impacto cultural de dicho fenómeno.
Más que una tendencia artística, es una forma de vida que responde a una estructura de valores, a la expresión de intereses, adopción de hábitos y a una identidad común en torno al mundo del tráfico ilegal de drogas.
Es aquí donde se enfatiza lo propuesto al inicio: la globalización ha acentuado el problema de la narcocultura, pues la globalización, como señala Thomas Faist, crea comunidades transnacionales, siendo lo que define a una comunidad la movilización de representaciones colectivas a través de lazos simbólicos y de compartir ideas, creencias, evaluaciones y símbolos, que son expresados en algún tipo de identidad colectiva.
¿Cómo demostrarlo? Voltear a ver a México y Colombia. Estos dos Estados han sufrido los impactos del narcotráfico en materia política, social, económica. Quizás sea por la fragilidad de sus instituciones, quizás sea algo más. En estos estados se comprueba que el impacto del mundo del narco ha superado barreras, alcanzando el rango de la literatura, la arquitectura, televisión, cine, música entre otras.

La música, los corridos mexicanos (a menudo llamados narcocorridos) han logrado comunicar el poder, la riqueza y la idolatría que alcanza un individuo en el mundo del narco. Incluso ha desplazado al mariachi como referente musical nacional. En Colombia no son los corridos, sino cumbias o ballenatos los que buscan el mismo objetivo. Pero es importante subrayar que, en ambos, el fenómeno musical es práctico y funcional para la comunicación de esta cultura, redefiniendo ya el tejido social.
Otra de las prácticas transnacionales de la narcocultura es la adopción de los símbolos religiosos. En México, por ejemplo, el Santo Malverde se ha convertido en el patrono de los narcotraficantes mexicanos. En Colombia, por su parte, en los años noventa se veneraba a la virgen María Auxiliadora, conocida como la Virgen de los Sicarios.
En ambos países la veneración y el culto por imágenes religiosos son reales; no obstante, en México se idolatran y construyen divinidades alrededor de individuos que hayan otorgado beneficiosos a alguna región local. En cambio, en Colombia es diferente; se han adoptado Santos y Vírgenes de la religión Católica, incluso los escapularios de la Virgen de los Sicarios, los portadores los utilizan en zonas específicas del cuerpo.
Otra actividad compartida es la creación de literatura, algunos llegando a convertirse en series populares o filmes baratos. Un mercado que bien ha sido explotado en ambos países, por un consumidor hambriento de conocer y adoptar cada vez más esta forma de vida.
Podemos concluir así que la narcocultura descansa en los siguientes pilares:
Justificación del narcotráfico.
El elogio y la exaltación de la narcocultura.
La religiosidad del narcotráfico.
Comunicación de acontecimientos, advertencias y amenazas.
Claramente la cultura del narcotráfico se ubica dentro de las comunidades transnacionales, vinculadas a los mecanismos que las teorías de la globalización refieren en el campo de las Relaciones Internacionales. Es fácil encontrar los denominadores comunes que vinculan a México y Colombia, pero es preocupante el tejido social construido a través de la narcocultura.
Una bala mata a una persona, pero siembra el miedo en miles. La narcocultura no debe orillarnos al prohibicionismo de cualquier expresión, pero es importante destacar el gran impacto social que refleja cada una de estas.
Asignatura pendiente para los gobiernos latinoamericanos atacar el problema del narcotráfico. Pues si existe el narcotráfico, hay narcocultura.

Más información en:
Thomas Faist, The border Croosing Expansion of Social Spac: Concepts, questions and topics, Londres, Ashgate Publishing, 2004 pp. 203.