"Sin lucha, no hay país"
- Metrópoli Digital
- 4 jul 2016
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Viví creyendo que un caudillo vendría a tocar la puerta de los oprimidos. Viví pensando que el siguiente presidente ahora sí era el bueno. Viví imaginando el héroe que regresaría la soberanía y patria al pueblo, porque todos crecimos leyendo historia gubernamental, donde los buenos son malos y los malos son buenos. Historia que nos muestra que la lucha es de los valientes que no tenían miedo a la muerte, porque claro, ese era su único desenlace. Quien tenía miedo a morir, poco le servía a la rebelión y luchar era de unos cuantos.
Pero todo eso es falso, ni luchar es de unos cuantos y tampoco es de los valientes, es de quien quiere ser escuchado, es de las personas libres. La lucha es de todos, no importando ideología; podemos verla como un acto violento o pacifico, pero a mi opinión, quieren llegar a lo mismo.
Vivimos tiempos canallas, donde luchar se ve con malos ojos, donde el incómodo es el que grita y el bueno es el que calla, donde el gobierno reprime a la gente libre y premia al que quiere someterlos. Debemos reconocer el poco apoyo, el pueblo se señala entre sí, critica la rebelión y se conforma con lo poco que tiene.
La sensibilidad debe de llegar; el apoyo a quien lucha debe construir comunidad. Si vemos a los políticos como una especie diferente, debemos hacer un frente. Un país no se puede construir sin lucha.
Nuestras libertades dependen de qué tanto nos sentimos libres y cómo luchamos para conseguirlo. No podemos esperar al caudillo salvador, ni a la persona creyente de las instituciones, ni mucho menos al héroe que nos de patria.
Los invito a escuchar a quien grita por su libertad, no condenemos al maestro o al médico por querer expresar su inconformidad, no aplaudamos la tiranía de quien no quiere escuchar y sólo quiere imponer.
Seamos críticos y defendamos el derecho de libre manifestación, no seamos apáticos y tengamos en cuenta que luchar incomoda pero nos hace libres.

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