Se va, se va, se fue...
- Alberto Ortiz
- 24 jun 2016
- 2 Min. de lectura
Manlio Fabio Beltrones, exdirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), renunció a seguir ‘guiando’ al tricolor tras los resultados que obtuvo el Partido en los comicios celebrados el pasado 5 de junio.
Hace tiempo leía diversos artículos y columnas de que apuntalaban a Beltrones como el tapado del presidente Peña Nieto para sucederlo en el cargo. El lunes quedó descartada esa posibilidad, y con la agenda del momento, no dudaría en que los reflectores se dirijan hacia Osorio Chong.
¿Qué le pasó al Jefe Manlio?
La carrera política del sonorense estuvo enfocada a ser el cabildero del Partido; era quien negociaba con los actores y llegaba a acuerdos en el poder Legislativo, sin embargo, la toma de decisiones y direccionar al tricolor le fue difícil.
Tras la derrota del PRI en las pasadas elecciones, Beltrones se hizo a un lado y truncó sus aspiraciones de ser presidenciable. Lo mismo ocurrió con Agustín Basave, dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien el sábado pasado anunció también su renuncia a la presidencia del sol azteca.
Para nadie es secreto que dentro de dicho partido existen corrientes que se imponen a la misma dirigencia; tal situación fue denunciada por Basave al declarar que no se puede gobernar dentro del PRD y que le generó problemas para su propia gobernanza.
A pesar de coaligarse con el Partido Acción Nacional (PAN) y con una antítesis ideológica que posee cada fuerza política, el partido creado por Cuauhtémoc Cárdenas no sólo perdió gubernaturas y presencia política en el país, ha perdido el rumbo y en algunos estados, incluso, hasta el registro.
Aunque Basave nunca se presentó como posible presidenciable, tanto él como Beltrones se van de la escena política, derrotados por las fuerzas internas dentro de sus partidos. Uno regresará al Legislativo y el otro, como a Paredes, le darán una Embajada como forma de destierro típico del PRI.
