"TE CONOCÍ CON UN MATCH, UN SÁBADO A MEDIODÍA"
- Andrés Sánchez
- 7 abr 2016
- 6 Min. de lectura
La época del ligue en el antro o en el café, cuando veías a alguien que llamaba tu atención, te acercabas, iniciabas una conversación con alguna frase rebuscada y tierna y la terminabas con una tentativa de cita en tono más privado, está quedando en el olvido tras la llegada de un método más rápido, diverso y que ofrece más opciones de encontrar al “amor de tu vida”: las citas cibernéticas.
Como muchas otras cosas, es una opción que se desarrolló en Estados Unidos y que encontró su potencial en la comunidad juvenil que, deseosa de nuevas experiencias, conocer gente de muchos lugares y de diversos ideales, comenzó a usar las páginas y aplicaciones de dating o matchmaking cibernético. Por un lado, el dating corresponde a un término anglosajón que describe el acto de buscar citas con la finalidad de tener un encuentro amistoso, de noviazgo o sólo encuentros sexuales. Los medios para obtenerlas son varios, pero el uso de Internet, las redes sociales digitales y las aplicaciones para el celular son los más populares.

Por otro lado, el matchmaking se refiere al hecho de emparejar personas, es decir, encontrarle a alguien su “media naranja” con base en sus preferencias sexuales, intereses, personalidad, valores y planes a futuro. El método consiste en crear un perfil en alguna página o app destinada a este propósito y esperar a que alguien interesado haga contacto o dé una señal de gusto (like, corazón, match, crush, etc.) En algunas otras, es el sistema el que te sugiere a las personas que deberías conocer. Y sí, suele tener éxito y dejar satisfechos a muchos usuarios; aunque los factores como pérdida de interés, que te deje de gustar esa persona o que descubras que no son del todo compatibles ya no es entera responsabilidad de la plataforma.
¿Son estos métodos realmente efectivos?, ¿se puede encontrar el amor de esta manera? Los datos estadísticos nos tienen una respuesta clara, y es que se estima que de cada 100 citas conseguidas por estos medios, sólo 15 llegan a concretarse. Además, del total de parejas que logran consolidarse, se calcula que llegan a durar juntos tres meses como máximo, siendo una selectísima minoría los que perduran más tiempo. Páginas internacionales consolidadas en este ámbito, como match.com, tienen una cifra de más de 85 matrimonios al mes logrados bajo este método, que comprenden un ínfimo uno por ciento de los emparejados.
Asimismo, los datos estadísticos nos permiten conocer que casi la mitad de los usuarios en plataformas de Internet están entre los 25 y los 34 años; seguidos muy de cerca, los jóvenes de 18 a 25 años comprenden un 31 por ciento y el resto está dividido entre los mayores de 35 y los que pasan de los 45 años. En aplicaciones móviles, las estadísticas no son muy distintas de estos números. Además, se sabe que las personas que más usan estos medios son aquellas que disponen de poco tiempo para “salir a ligar”, que tienen muchas ocupaciones o que simplemente no son hábiles conquistadores; no obstante, recientemente se ha sumado una gran cantidad de jóvenes que encuentran en este mecanismo una opción exprés, divertida e innovadora.
Lo anterior no es nada extraño en un contexto social actual en el que más del 90 por ciento de los usuarios de Internet usa alguna red social digital, de los cuales, más de la mitad admite usar éstas o alguna aplicación para ligar de una u otra manera. Las cifras dan justificación a que sitios de citas virtuales como eHarmony declare que una de cada dos relaciones comienza en Internet. ¿Alguna otra razón de éxito de estas alternativas?, quizá el hecho de que las nuevas generaciones rompan con prejuicios y estereotipos que hacían de buscar citas mediante estas opciones un acto penoso o limitado a quienes urgían de encontrar pareja: hoy en día es más común utilizar estas plataformas, por lo que la opinión pública ha comenzado a regularizarla y verla no como algo embarazoso sino como una alternativa.
Actualmente, son muchos los nombres que pueden ser mencionados en la lista de páginas y aplicaciones para encontrar pareja; pero para efectos de ejemplificación, serán mencionadas las más populares y con mayor número de usuarios. Es justo empezar con la líder en Latinoamérica y en muchas otras partes del mundo: Badoo es dominante en países como Chile, México y España, entre otros 20 países; su privilegiada posición se debe, en parte, a haber sido pionera en este ámbito. Sin embargo, esta plataforma es seguida muy de cerca por una aplicación más actual y con gran impacto en el público joven: Tinder.

Tinder ha llegado como una plataforma que de forma muy sencilla puede conectar a dos personas interesadas mutuamente: muestra fotos de posibles candidatos al usuario, basándose en los intereses descritos previamente y en un radio de distancia otrora establecido; el usuario decide si le agrada o no, cuando a dos usuarios les gustan sus respectivas fotos, se establece un contacto mediante una venta de diálogo que permite acordar una cita o una plática en algún otro medio de mensajería. Como dato adicional, esta es una “hija pródiga” de Match, la empresa dueña de la página de citas más popular a nivel mundial.
De la misma manera, pero con un enfoque más particular, se encuentra Grindr, una plataforma enfocada en la comunidad homosexual, y que está disponible para cualquier sistema operativo. Su éxito es claro e incluso se tiene el dato de que durante los Juegos Olímpicos de Sochi 2014, la cantidad de match obtenida subió en un 300 por ciento, lo que hizo de esta justa deportiva una con gran presencia de comunidad gay en una ciudad, irónicamente, con costumbres y leyes que no toleran estas preferencias.
Por otro lado, recientemente se ha añadido una aplicación a la lista de competencia de este negocio. Happn te permite ponerte en contacto, en el mejor de los casos, con aquella persona con la que te cruzaste en algún punto de tu trayecto y con la que estableciste cierta “conexión”. Aunque, en realidad, también te da una lista de personas que, muy probablemente, jamás viste o captaste visualmente pero que quizá pueden interesarte; seleccionas a quien te interesa por sus fotos, por su descripción o hasta por sus gustos musicales, si esa persona también está interesada, el mensaje de ¡crush! Te permite una plática que, ahora sí, depende de ti.
Pero también están aquellas que usan métodos más exhaustivos de búsqueda y que tienen la cualidad de ser más discretas, en parte por la finalidad que persiguen. eHarmony es una de las más usadas para ligar, después de llenar un largo formato de registro que te garantiza obtener opciones muy acordes a tus preferencias e intereses; también, está Ashley Madison, la mundialmente conocida plataforma que facilita la infidelidad teniendo como clientes exclusivos a hombres y mujeres casadas que buscan salir de la rutina y que tienen la seguridad de que sus identidades están seguras al usar un método que no deja huellas digitales que te hagan ser descubierto.
Las ventajas son claras, el tiempo es de los más beneficiados pues el proceso de cortejo es 50 por ciento menos tardado; además, la cantidad también es un factor ampliado, ya que te permite contactar a decenas de personas al día, con mucha suerte. También está la posibilidad de encontrar gente con intereses afines y de lugares diversos y muchas veces lejanos. Las desventajas también son claras y la seguridad es la imperante. Las campañas de concientización son aún necesarias para advertir sobre los riesgos de compartir información demasiado personal por internet a alguien que no se conoce al 100 por ciento y que puede usar tus datos y tus fotos como vía de extorsión.
Lo cierto es que estas alternativas para encontrar el amor han venido a romper con panoramas y costumbres del siglo pasado y van desplazando la idea de la monogamia, la fidelidad y la virginidad prematrimonial a un lugar anticuado, lo que, para bien o para mal, ha desembocado en parejas con lazos de unión más débiles, con nulos compromisos sentimentales e incluso ha fomentado el inicio de una atomización económica y religiosa, en tanto la gente está estableciendo relación exclusivamente con personas afines a ellas, creando una clase de elitismo.
Finalmente, el mayor impacto de estas aplicaciones y páginas de dating y matchmaking es el monetario, pues innegablemente, en general, la industria de las citas en Internet generó en 2012 la nada despreciable cantidad de dos mil millones de dólares, a pesar de que muchos de los servicios básicos son gratuitos. La compañía Match supera los 400 millones de dólares anuales en ingresos.

De esta manera, las compañías y empresas que se desarrollan en torno al amor digital van ganando popularidad y reputación en una época en la que los diversos gadgets facilitan el acceso a estas páginas y aplicaciones. Generan un impacto social y cambios en la manera de establecer relaciones interpersonales. Quizá no destruyan por completo los métodos tradicionales de unir personas pero sí son una verdadera alternativa que apenas se desarrolla y a la que se le augura éxito.
La búsqueda del amor es el motor y las vías para lograrlo son diversas, quedando a consideración de cada persona y, por qué no, a su habilidad y suerte. Y tú, ¿buscarías al “amor de tu vida” por estos medios?, ¿acaso ya lo encontraste?