Los hoyos de Mancera
- Alberto Ortiz
- 26 ene 2016
- 2 Min. de lectura
Hace unos meses Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno del Distrito Federal, anunció con bombo y platillo el programa de reencarpetamiento, rehabilitación de banquetas y bacheo más amplio que haya tenido nuestra capital.
Mancerita dijo que se destinarían más de 683 millones de pesos a reencarpetar y tapar los hoyos, zanjas, puertas del infierno, boquetes, posos, barrancas, y todos los adjetivos posibles para calificar a los baches que adornan las calles de la CDMX.
Tan sólo hace un año se reportaron 12 mil 614 baches en vialidades secundarias, que hasta el momento, no han sido reparadas en su totalidad.
La delegación Tlalpan ha captado mil 56 denuncias de las cuales sólo ha atendido 102. Xochimilco ha recibido mil 118 denuncias y ha respondido 288. Y la que rompe el record de zanjas es la Álvaro Obregón con 2 mil 776 reportes de los cuales se han atendido 839.
Aunque no se ha actualizado este año cuantos boquetes existen en la Ciudad, seguro ha aumentado el número si consideramos los hundimientos (principalmente en el Poniente), producto de los aguaceros que últimamente han caído y el desgaste natural por el uso cotidiano de las principales arterias y calles.
Estos pequeños (enormes) bujeros han ocasionado que mi moto vehículo fuera a parar al mecánico tres ocasiones en menos de dos semanas. Durante este lapso se unieron a mi pena cientos de automovilistas que perdieron llantas o rines que deberán pagar por la desatención que ha tenido el Gobierno de la Ciudad en esta problemática.
Una de las soluciones que brindó Mickey Mancera fue reembolsar el daño a aquellos que se vieran afectados por la mala (terrible) infraestructura carretera. Aunque suena atractivo, tiene jiribilla el asunto porque si tu seguro no cubre llantas, no podrás capitalizar el cobro del daño.
Los requisitos que pide la CDMX son: denunciar ante el Juzgado Cívico o Ministerio Público a consecuencia del daño causado; un escrito dirigido a las dirigido a la Dirección General de Servicios Urbanos, como responsable del daño ocasionado; desglose de presupuesto de materiales, refacciones y mano de obra; copias (como en todos los trámites burocráticos) de la factura, tarjeta de circulación, credencial del INE, licencia y, para que no haya duda, fotografías del accidente o del bien dañado.
Si cumples con los requisitos, el flamante, eficaz y vanguardista Gobierno de la Ciudad, ¡te dará una respuesta de 30 a 60 días! Sí, dos meses en el que tendrás que andar a pata o en trasporte público esperando a que se constante el daño.
Ante esta circunstancia, muchos capitalinos no denuncian y prefieren pagar el daño de su automóvil. ¿Tú qué harías?
Compártenos tus imágenes y anuncios por dónde no hay que pasar si no queremos evitar tocar las puertas del infierno.

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