top of page

"BRUNEI: DERECHO AL DERROCHE"

  • Patricio Patiño
  • 21 ago 2015
  • 2 Min. de lectura

Alejandro Torres

El pasado mes de abril se celebró durante diez días el matrimonio del heredero al trono de Brunei en una serie de ostentosos festejos. Trajes completamente hechos con hilo de oro, finos encajes y gemas preciosas como esmeraldas, zafiros y diamantes adornaron al príncipe Abdul Malik y a su ahora esposa durante el noveno día de celebración, en el que se unieron oficialmente frente a cerca de 5 mil invitados. La ceremonia se llevó a cabo en el palacio Nurul Iman en la capital y el costo total de las celebraciones es prácticamente incalculable.

Con tales muestras de opulencia por parte de la familia real resulta sencillo lanzar acusaciones de despotismo sin tomar en cuenta las condiciones generales de la nación. Sin embargo, hacerlo nos llevaría inevitablemente a estrellarnos con un muro de conclusiones apresuradas e infundadas. Si bien, dichas muestras de riqueza resultan perfectamente criticables, considero pertinente analizar primero la situación económica del país y de su población antes de llegar a un veredicto.

Brunei es un pequeño país asiático ubicado en el norte de la isla de Borneo rodeado completamente por Malasia. El país ganó su independencia de Reino Unido en 1984, aunque ya contaba con una constitución propia desde 1959. Tras la ocupación se cedió el control del Estado al sultán, por lo que es una de las pocas monarquías absolutas que quedan en el mundo. En la década de 1920 se descubrieron yacimientos petrogasíferos en el territorio del país, en los cuales se basa el 90% de la economía nacional y de donde provienen la mayoría de los ingresos del Estado, por lo que la familia real de Brunei es una de las dinastías más ricas de todo el planeta.

Con 5,765 km2 y apenas poco más de 400 mil habitantes, Brunei cuenta con una densidad poblacional de 68 hab/km2. Como punto de referencia, la de México es de 61 hab/km2. Sin embargo, tanto su PIB per cápita como su IDH son considerablemente más altos que los de nuestro país; el primero se ubica en el 25° lugar mundial de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Agencia de Inteligencia Central (CIA, por sus siglas en inglés), mientras que el segundo se encuentra en el 30° lugar, a la par con países europeos como República Checa o Estonia. Así mismo, en 2011 el FMI reportó que Brunei era uno de los dos únicos países del planeta cuya deuda pública era nula.

Si bien los indicadores macroeconómicos no son determinantes para comprender al total de la población, un vistazo a ellos nos puede llevar a la conclusión que las condiciones de vida del ciudadano bruneano promedio no son nada despreciables. Al añadir factores como el alto nivel de escolarización, la implantación de políticas públicas de enfoque social y la representación de las necesidades políticas población a través de un Parlamento nos queda un cuadro en el que el sistema de Brunei ha demostrado ser más efectivo que algunos Estados denominados democráticos. Por supuesto tampoco sería correcto ignorar el hecho de que el territorio y la población de Brunei es tan sólo una minúscula fracción del de muchos otros Estados con indicadores microeconómicos y sociales similares.

 
 
 

PARTNERS

Queda prohibida la reproducción total o parcial de este material por cualquier medio sin el previo y expreso consentimiento por escrito de Metrópoli Digital.

  • Facebook - Grey Circle
  • YouTube - Grey Circle
  • Instagram - Grey Circle
  • Twitter - Grey Circle

© 2018 Metrópoli Digital

 

bottom of page