EMOCIONES EN PAZ Y OCTAVIO
- Adán De la cruz
- 3 ago 2015
- 2 Min. de lectura

Luego de buen rato en escena y de diversas recomendaciones, Metrópoli Digital asistió a la obra “Paz y Octavio”, una obra que sin duda marca y cautiva a todo el que asista.
Dos personajes muy disímiles, ambiguos, que se encuentran en una sala de espera, y depositan entre ellos finos mensajes reflexivos, a veces de la mano de poemas o prosas, a veces de la mano de sarcasmos o humor negro, pero con gran destreza y sutileza.
La historia cuenta las vidas de Paz, un travesti y de Octavio, un taxista, personajes que tienen en común sus posturas contrarias con la paternidad y el amor a la poesía de Octavio Paz. Al final son las cotidianas historias de dos individuos sensibles, sinceros, con emociones, que debatirán, aparentemente, sobre la paternidad, sobre la libertad, sobre el amor, el compromiso y demás temas inherentes a los humanos.
Diálogos interesantes, una sólida dirección, la interacción con el público, la perfecta utilización del espacio, la creación de ambientes, y el perfecto juego de música y sonidos, acompañados de la poesía y reflexión sobre el ser mexicano del Premio Nobel de Literatura mexicano, sin duda es una gran mezcla que provoca risas, nos exhorta a discutir nuestros preceptos y prejuicios, obliga a conmoverse, invita a los aplausos.
Es una propuesta inteligente, fresca, divertida, que busca madurar al espectador, que lo hace enfrentarse a sí mismo, y que lo hará ser “dos en solo un cuerpo y alma” conectados la obra, como el mismo poeta diría.Al final, el asistente descubrirá que todos tenemos un poco del taxista y del travesti; todos somos la consecuencia de los personajes que decidimos ser en la vida, y todos nos comprometemos con la libertad que aspiramos tener. Esta obra es un espejo.
No se puede perder esta obra, y no sólo vaya una vez, vaya varias veces, puesto que los actores construyen, juegan con la obra cada vez, función a función, y es un trabajo que rompe con la “cuarta pared”, que se nutre con los comentarios al final que reciben de público.
Escrita y dirigida por Antonio Peñúñuri, con las actuaciones de Ramón Valera y Frank Medellín, sin duda es un excelente pretexto para terminar el día, para olvidarse de la cotidianeidad y el estrés, para nutrir el alma.
La obra “Paz y Octavio”, se presentará durante todo el mes de agosto los días jueves y viernes a las 20:30 horas en Casa ACTUM, ubicada en Héroes del 47 número 9, colonia San Mateo, delegación Coyoacán, aquí en la Ciudad de México. No se la deben perder.