"DE BASURA A PETRÓLEO"
- Patricio Patiño
- 27 may 2015
- 4 Min. de lectura
Alexis González
@NoSoyAntoine_
Es imposible no pensar en la estrecha relación que tiene nuestra vida diaria con los combustibles fósiles. Por combustibles fósiles me estoy refiriendo al carbón, el petróleo y gas natural. Al petróleo lo vemos en todos lados, desde la ropa que traemos puesta hasta un sinfín de artículos de uso diario, pero debido a que se trata de un recurso natural no renovable surgen interrogantes como, ¿qué haremos cuando el ultimo pozo petrolero sea explotado?, ¿podemos generar petróleo con los avances de la ciencia?, ¿cómo fue que nos casamos con el petróleo?
Centrándonos en la pregunta sobre si es posible generar petróleo, la respuesta es sí. La generación del oro negro no es más que combinar cualquier tipo de restos orgánicos como algún dinosaurio que tengamos como mascota y plancton, cubrirlas con sedimentos, enterrar todo esto en alguna capa de la corteza terrestre y aplicar presión durante millones de años y…voilà.
El producto que habremos formado será el tan preciado y codiciado petróleo y claro, gas natural; sin embargo, la verdad es que si no tenemos paciencia para estar en medio del tráfico que se genera en la Ciudad de México, mucho menos tendremos la paciencia necesaria de esperar millones de años para volver a tener nuestras reservas llenas de hidrocarburos que volver a utilizarlo mal como hoy en día.
Mientras las grandes industrias petroleras seguían llenándose las bolsas con dinero en 1997, una compañía llamada Changing World Tecnologies desarrolló un proceso llamado Thermal-depolymerization (TDP).
Este proceso se fundamenta en la utilización de desechos orgánicos, agua, altas temperaturas y altas presiones para convertir todos los desechos orgánicos en combustible, pero no sólo eso, con este proceso también se obtiene carbón activado (para filtros de agua), fertilizantes y aceite crudo con propiedades similares a una mezcla entre gasolina y diésel.
Y para sorpresa, dicha técnica no genera contaminantes y el único subproducto obtenido es agua. La primera planta abrió sus puertas en abril del 2003, situada en Cartagena MO. La materia prima que utilizaba era producida por ConAgra’s Butterball: desperdicio de pavo, la cantidad de desechos que ingresaba al día era aproximadamente 200 toneladas.
Además de desechos animales, se introducía cualquier cosa en cuya composición estuviera presente el milagroso carbono (PET, llantas, plásticos, entre otros). Podemos observar la eficiente planeación de esta primera planta, ya que se eligió una excelente ubicación al situarse cerca de una empresa que produciría toneladas de desperdicios orgánicos para facilitar las cosas.

Por otro lado, el proceso se fundamenta a grandes rasgos en romper cadenas carbonadas sometiéndolas a altas presiones y temperaturas mediante dos reactores (equipos en cuyo interior tiene lugar varias reacciones químicas) para tener una mayor eficiencia en el proceso.
Todo inicia con la recolección del desecho orgánico, una vez recolectado se pasa por trituradores para disminuir el tamaño de partícula y así favorecer a la ruptura de los enlaces, posterior a esto, se mezcla con agua e ingresa al primer reactor.
El primer reactor opera con temperaturas y presiones extremadamente altas, con estas condiciones la TDP se lleva a cabo. A la salida del primer reactor, se conecta con un destilador tipo flash para disminuir la carga. En el segundo reactor, se somete nuevamente a las condiciones de temperatura y presión. Al salir, finalmente se obtienen los aceites que pueden ser refinados para el uso como combustible.
Uno de los mayores inconvenientes de este proceso, quizá, es el costo para llevarlo a nivel industrial, ya que se necesita una inversión de miles de millones de dólares para su realización. Sin embargo, en algunos países desarrollados como Japón se han desarrollado máquinas que funcionan con este principio pero a un nivel mucho más pequeño.
Además, este tipo de máquinas transforman solamente plásticos en aceites combustibles. La utilidad de este tipo de maquinaria y procesos en lugares en donde el combustible es difícil de obtener, se vuelve totalmente indispensable.
En México se nos está imponiendo un precio de primer mundo a cambio de combustibles, aún cuando no tenemos la fortaleza económica de un país primermundista. Entonces, ¿por qué no intentar producir combustibles alternativos concretizando un proceso como el anterior?
Cabe señalar que una técnica como ésta será muy bien adoptada en el país debido a que la cantidad de basura es descomunal en todo el país, a tal grado que los mal empleados tiraderos se ven totalmente rebasados, ahora que si le sumamos nuestra cadente cultura sobre reciclaje, nos vemos sumergidos entre un grosor de toneladas de basura que no es del todo o nada aprovechada.
Técnicas alternativas como TDP pueden ser extremadamente aplicables en un país como el nuestro, pues contamos con todo lo necesario, insumos, servicios, mano de obra, tecnología etc… Aunque nos falta lo más importante, una conciencia real generalizada con el medio ambiente. En un futuro será necesario encontrar alternativas para seguir en movimiento. Con lo anterior no se está sugiriendo que el mundo se someterá a una guerra por los combustibles fósiles, aunque definitivamente esta estrecha relación tardará siglos en terminarse.
Debemos potencializar el uso de todos nuestros recursos renovables y no renovables. El hecho de que existan aún en abundancia los no renovables, no significa que permanecerán así por siempre. Buscar alternativas amigables con el medio ambiente y conocer propuestas como la termo-despolimerización, que acelera el proceso que la naturaleza hace de forma natural a lo largo de millones de años para conseguir el petróleo, nos permiten visualizar un futuro que se acerca con rapidez, un momento en el que seguramente la sociedad tendrá que desarrollarlas aún más de lo que están haciendo algunos laboratorios en la actualidad.