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"COMPATIBILIDAD ANIMAL"

  • Patricio Patiño
  • 26 may 2015
  • 3 Min. de lectura

Armando Zarate Becerril.

Imagínate tener la habilidad de camuflajearse como camaleón, correr como gacela, saltar como canguro, columpiarse por los árboles o postes como los monos o inclusive nadar como los peces.

De las muchas cualidades que poseen los animales para adaptarse y sobrevivir en este mundo tan hostil, el hombre ha observado estas grandes destrezas al paso de los años y el deseo de tener estas capacidades en nosotros han generado llevarlas a las pantalla grande mostrando súper humanos que tienen alguna cualidad o se identifican con un animal como lo es Spiderman (El Hombre Araña), Batman (hombre murciélago), Aquaman (hombre pez), etcétera. Algo de la ciencia ficción que esta pasando a la realidad.

El ser humano tiene un genoma compuesto por 2900 millones de pares de bases, dentro de ese genoma, contamos con aproximadamente entre 25,000 y 30,000 genes (los genes son lo que nos hace ser como somos). Los genes, por así decirlo, es un código grabado en el interior de cada una de nuestras células.

Ahora bien, resulta sorprendente, muchos hechos de los genes (si comparamos los del ser humano con el de otras especies) ya que nos resultara familiar la frase “el hombre viene del mono” o titulares como “Nos parecemos más a la mosca de la fruta que al primate“.

Es en verdad sorprendente que más de la mitad de los genes de la mosca están presentes en el ser humano y que esta especie nos ha ayudado mucho para comprender la genética que subyace a algunas enfermedades, compartimos con ellas cerca de unos 7,000 genes, algo curioso de decir.

El chimpancé comparte con nosotros el 99% de genes y nos diferencien de él aproximadamente 300 genes; el ratón tiene aproximadamente el mismo número de genes que nuestra especie, coincide en nuestros genes en torno al 99%. Nos separan de su forma aproximadamente unos 300 genes. Ahora, ¿cómo puede ser esto posible?

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Debe pensarse en términos estructurales: aunque existan muchos genes compartidos, las moléculas de ADN del ser humano se asemejan estructuralmente y por número más a las del chimpancé que a las del ratón, aunque compartan tal cantidad de genes. Por así decirlo, el material “sobrante” de ADN, el que no son genes, también cuenta, además de la distribución de otros elementos que regulan la expresión de esos genes (muchos genes de nuestro ADN nunca llegan a “expresarse”).

Los delfines (mamíferos marinos que nadan en el océano) tienen 36 segmentos comunes entre el genoma de los seres humanos y los delfines (13 de los 22 cromosomas de los delfines son iguales que los cromosomas del ADN de los seres humanos, los nueve cromosomas restantes fueron reordenados. Explicó Horst Hameister, profesor de genética de la Universidad de Ulm, Alemania luego de hacer una investigación en conjunto con David Busbee de la Universidad de Texas A & M.

El cerdo también revela en su genoma similitudes con el hombre. Un estudio, publicado por la revista Nature, confirma el interés de este animal como modelo para la investigación biomédica. “Esta publicación es el resultado de una colaboración internacional de más de 10 años”, subrayó David Milan, jefe del departamento de genética animal del Instituto Científico de Investigación Agronómica (INRA), donde se inició el consorcio internacional para la secuenciación del genoma del cerdo.

Los científicos han comparado el genoma del cerdo doméstico (Sus scrofa domesticus), que se encuentra normalmente en las granjas, con el de 10 razas de jabalíes presentes en Europa y Asia. También compararon su genoma con el del hombre, el ratón, el perro, el caballo y la vaca, obteniendo datos cercanos más al hombre y al ratón.

Estos son los principales animales que tienen mayor similitud o representan más del 75% de genes con el humano, también se han encontrado genes similares al del humano en otros animales como las ranas, los perros, las vacas, entre otros.

El ser humano, desde que descubrió esta similitud en los animales, ha logrado entender mejor el comportamiento de diferentes enfermedades y fenómenos que ocurren dentro del genoma. Gracias a estos avances en la investigación se han curado enfermedades, insertado injertos en humanos de animales como la piel del cerdo e intentado regenerar tejidos humanos. Ahora, los científicos también han superado la ficción y buscan (y pretenden) poder agregar genes especiales -cualidades que tienen solo los animales- a nuestro genoma como el de camuflajearse, saltar, volar, entre otros más. Una idea bastante escandalosa o exagerada pero que puede en el futuro tener bastantes beneficios.

 
 
 

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