top of page

"SÍ, TODOS SOMOS FARMACODEPENDIENTES"

  • Patricio Patiño
  • 20 abr 2015
  • 4 Min. de lectura

Miroslava Balderas

@ohmiritos

En el mundo cotidiano, las personas realizan diversas actividades: trabajan, estudian, bailan, pintan, etc. A su vez, cada uno de ellos ha probado, por lo menos una vez, algún fármaco o medicamento, ya sea para controlar enfermedades, para disminuir el dolor tras accidentes, golpes o simplemente porque les duele la cabeza.

Cuando vemos más allá de estos padecimientos, encontramos a un grupo de personas que dependen de los fármacos más allá de lo que cualquier otra persona podría hacerlo, entre ellos podemos mencionar a los pacientes de diálisis, a los diabéticos, personas hipertensas, enfermos de VIH, dolentes de cáncer y pacientes psiquiátricos. En el caso de estos últimos, el fin directo de los fármacos a consumir es modificar el comportamiento del paciente, ya que la dolencia radica en los pensamientos, sentimientos, ideas y comportamiento de los individuos y a su vez, estos son los que generan problemas en su habitus.

En ambos casos, dígase una enfermedad exclusivamente orgánica o una enfermedad orgánica y conductual, el medicamento va a generar consecuencias que se hacen visibles en el comportamiento de las personas. Por ejemplo, previo a que alguien tome una aspirina, es probable que se toque la cabeza constantemente, entrecierre los ojos y se aparte del ruido. Posterior a tomar la aspirina y pasados algunos minutos (en los que se espera comience el efecto de la pastilla), la persona va a abrir los ojos con mayor frecuencia, es probable que tolere más el ruido y que cambie su “estado de ánimo”.

Ahora bien, en ocasiones los pacientes psiquiátricos se encuentran sujetos a tratamiento con substancias medicinales que alteran sus funciones comportamentales “cognitivas” y en muchos casos, también son consumidores ocasionales o habituales de substancias psicotrópicas, es decir, resultan ser adictos a substancias legales (como el alcohol) o ilegales (como la cocaína, LCD, cristales, etc.). De esta manera, alteran de forma substancial su repertorio conductual, como el conjunto de habilidades del que dispone la persona bajo ciertas circunstancias, las competencias o tendencias a comportarse y la facilidad para ajustarse a diversos entornos, como por ejemplo: situaciones en las que la persona deja de ser responsable en su empleo, comienza a comportarse de manera impertinente en diversos lugares o disminuye su consumo de alimentos.

De manera integral, los efectos causados por el consumo irresponsable de cualquier sustancia son tanto corporales como comportamentales, debido a que fisiológicamente los órganos se verán afectados según lo que se consuma (como daños neuronales severos) y a su vez, estos síntomas van a mediar en la forma de comportarse.

Por ende, al momento de describir los factores involucrados en la dependencia de fármacos o sustancias, es importante que se tomen en cuenta los factores “no farmacológicos” como el contexto y la historia conductual de la persona que manifiesta la dependencia. Por contexto, entendemos el ambiente del individuo que está mediado por relaciones económicas, políticas y culturales, como la escuela, el hogar, el trabajo o los transportes públicos que se usan con regularidad. Por su parte, la historia conductual refiere a la serie de interacciones que una persona ha tenido y que intervienen en sus conductas presentes o futuras, es decir, que dispone o probabiliza ciertos comportamientos, por ejemplo: si una persona con anterioridad ha tenido problemas con la bebida o si ha probado el cigarro y la marihuana, ya que es frecuente que las personas que consumen drogas sintéticas hayan consumido con anterioridad marihuana y sustancias legales, como el alcohol y el cigarro.

Sin embargo, estos elementos no son los únicos que deben tomarse en cuenta al momento de analizar adicciones o dependencias, ya que también intervienen los factores siguientes:

  • El efecto de la sustancia psicoactiva.- con esto se hace referencia a los órganos que reaccionan a las sustancias y la forma en cómo el individuo las percibe. Ejemplo: las pastillas de Diazepam provocan que disminuya la frecuencia de los latidos del corazón y que a su vez la latencia entre ambos latidos sea más extensa, por lo cual, la persona se sentirá somnolienta, menos alterada y es probable que duerma fácilmente.

  • Bajo qué circunstancias se hace consumo de las sustancias.- en éste sentido, la ocurrencia de consumo y que la persona perciba las sensaciones esperadas con la droga van a regular con qué frecuencia se haga el consumo futuro, ya que si no se obtiene el efecto esperado en más de una ocasión, es probable que la persona desista, después de muchos intentos, de consumir esa sustancia especifica. Imaginemos que se consume marihuana una vez por semana y la persona lo hace por las noches, pero después de varios días, los efectos son poco perceptibles, nulos o aversivos. Esto va a provocar que la persona modifique su estilo de consumo o se abstenga de hacerlo con marihuana.

  • Las propiedades reforzantes o aversivas del consumo de dichas sustancias.- cuando se habla de propiedad reforzante, se entiende que un evento, sustancia, objeto, actitud, etc., tiene la posibilidad de aumentar la ocurrencia de una conducta. Ejemplo: si vamos a un restaurante y la comida nos gusta porque su sabor es agradable, es probable que a futuro volvamos a consumir en ese lugar. Otro ejemplo puede ser cuando una persona besa a otra y a ambas les gusta como ocurrió el beso, ya que esto hace probable que vuelvan a besarse y que cada vez lo hagan con mayor frecuencia. En el caso de las drogas, es común oír que la persona sigue consumiendo una sustancia, como las tachas, porque eso la hace sentir relajada y le gusta, por ende, prueba estas pastillas con mayor frecuencia. Si por otro lado, la persona tuvo consecuencias aversivas o desagradables tras el consumo de una droga, es casi imposible que vuelva a probarla. Ejemplo: si una persona tuvo una resaca muy aversiva tras el consumo de tequila, es probable que tarde mucho en volver a tomar esta bebida o que no vuelva a hacerlo en la vida (conocido como condicionamiento clásico.

  • El tomar en cuenta estos factores, permite dar cuenta de un análisis más profundo del porqué en muchas ocasiones las dependencias son tan graves y esto facilita programas de intervención que sean eficaces para disminuir o erradicar las adicciones.

uso-correcto-medicamentos.jpg
 
 
 

PARTNERS

Queda prohibida la reproducción total o parcial de este material por cualquier medio sin el previo y expreso consentimiento por escrito de Metrópoli Digital.

  • Facebook - Grey Circle
  • YouTube - Grey Circle
  • Instagram - Grey Circle
  • Twitter - Grey Circle

© 2018 Metrópoli Digital

 

bottom of page