"LOS MUCHOS PASADOS DE MALASIA"
- Patricio Patiño
- 4 feb 2015
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Jorge Nieto
Para entender cómo es que un país tan diverso como Malasia en un sólo Estado y no varios, tal como podría sugerir el ideal del Estado-Nación, es importante conocer la forma en que evolucionaron las instituciones políticas antes de la dominación colonial británica. La idea de un Estado soberano en un territorio tal como lo conocemos hoy era una idea extraña para los habitantes de la península malaya antes de la ocupación colonial británica. En esos años, existía un sistema diferente, en el que cada localidad tenía un líder que, dependiendo de sus intereses, podía aliarse u ofrecer su lealtad y tributo a cierto señor más poderoso a cambio de protección y títulos que lo ayudaran a justificar su dominio.
El territorio que actualmente ocupa Malasia se compone de dos partes, el sur de la península malaya y el norte de la isla de Borneo. Antes de la dominación británica había numerosos sultanatos que gravitaban hacia las diferentes potencias regionales, en especial Siam (lo que hoy es Tailandia) en el norte, los holandeses y británicos en las costas y Java y Sulawesi (dos islas con importantes comunidades políticas al sur y al oriente, respectivamente) en Borneo. Para los gobernantes de Siam, Java y Sulawesi, esta forma de administrar el territorio en la que un líder local podía obedecer a más de un gobierno y a sí mismo era algo usual, una técnica que ellos conocían y dominaban. Pero los europeos buscaban otras formas de dominación, para ellos las fronteras bien delimitadas y la soberanía única sobre un territorio eran lo "natural", lo "civilizado", lo que ellos conocían. Las Compañías de las Indias Orientales de Inglaterra y Holanda estaban interesadas en el comercio de especias de Indonesia y con el sur de China, por lo que se hicieron de puertos donde los barcos pudieran transitar y cargar mercancías en el viaje hacia Europa. A veces negociando, a veces por la fuerza, ocupaban ciudades para usarlas en el tránsito de mercancías. Pero también necesitaban que a los comerciantes se les aplicara su derecho, más propicio a las actividades comerciales que el derecho de las comunidades nativas. Así que muchas veces tomaban el control del gobierno de esos territorios.

Pero al hacerlo empezaron a chocar con los intereses de Siam y otras otras grandes comunidades políticas de la región, como los Bugis, que dominaban una buena parte de la península y que buscaban mantener su influencia y la extracción de impuestos y tributos sobre las poblaciones que estaban siendo ocupadas por los europeos.
La solución que encontraron los británicos fue persuadir a los gobiernos locales de ofrecerse como súbditos de ingleses y holandeses a cambio de protección contra el acoso constante de Siam, los Bugis y las otras potencias regionales. En ese arreglo, los dignatarios locales mantenían sus posiciones y privilegios, pero se subordinaban a los mandatos de las Compañías comerciales y, después, de las Coronas europeas.
Este proceso de incorporar los dominios a las reglas de gobierno británicas y holandesas fue lento. Las "conquistas" no sucedieron con grandes campañas y aventuras militares, sino con un proceso constante de incorporación y transformación de las instituciones políticas. Conforme los británicos iban obteniendo el control a la europea de los diferentes reinos y sultanatos de la región, iban cambiando las relaciones que antes existían entre las comunidades y creaban otras nuevas, como ilustra el caso de la decadencia de Brunéi. En el norte de la isla de Borneo, el reino de Brunéi dominaba una buena parte de las comunidades, pero le cedió una parte de su territorio a un explorador inglés, John Brooke, para que contrarrestara los avances de otras comunidades. Brooke fue adquiriendo y conquistando más territorios poco a poco, arrebatándolos a los líderes de las pequeñas comunidades.
Eventualmente, el mismo rey de Brunéi tuvo que aceptar que su reino se convirtiera en protectorado de Inglaterra para conservar la pequeña extensión de territorio que aún no había ocupado Brooke. Así, el norte de Borneo dejó de estar en la esfera de influencia de Brunéi y los reinos de Java y Sulawesi se convirtieron en una posesión colonial británica, que se anexó después a los "Asentamientos de los Estratos", que incluían a Penang, Melaka y Singapur en la península Malaya.
Estos territorios, que antes estaban separados unos de otros y sujetos a diferentes reyes y señores, se convirtieron en parte de una unidad sujeta a un sólo amo: los británicos. Así se sentaron las bases para que en el futuro, después de la independencia de Inglaterra, se formara Malasia, un país de una diversidad enorme y con la situación tan particular de tener un territorio separado por el océano y habitado por numerosas razas y culturas.