"EL DORMIR HECHO PESADILLA"
- Patricio Patiño
- 29 ene 2015
- 4 Min. de lectura
Eva Sánchez Mendoza
@eva_azuleth

Toda enfermedad en el mundo requiere de una explicación para tratar de prevenir que se nos vaya de las manos; sin embargo, al principio de la investigación suele parecer complicado llegar al fondo del asunto, aún así se ha encontrado poco a poco una solución para su estudio y tratamiento.
Es cierto que el dormir es una necesidad que nos confiere muchos beneficios para el organismo y su desarrollo, como el descanso de nuestro estrés y la ganancia de placer; sin embargo, en exceso representa un tormento: En la aldea de Kalachi al noreste de Kazajstán, muchas son las teorías y/o hipótesis alrededor del más que extraño fenómeno conocido como “el mal de Kalachi”, pero ninguna certeza médica ni científica ha podido hasta ahora responder a las interrogantes. Kalachi es un pueblo ubicado al noroeste de Kazajstán, cuyos pobladores no pueden controlar su sueño, no logran despertar durante días. La vigilia también es uno de los síntomas de este mal que los habitantes de Kalachi sufren, pues se acompaña de constantes mareos, fatigas, alucinaciones, pérdida de memoria parcial y diversas dificultades para caminar, es por eso que el asentamiento ya ha sido apodado como "El valle dormido".

La enfermedad se registró por primera vez a inicios del año 2013, entonces al menos una decena de personas, entre 14 y 70 años de edad, acudieron a los centros médicos por ayuda y se quejaban de los mismos síntomas.
Estudios recientes han detectado la presencia de un líquido en el cerebro de 60 personas con los síntomas característicos, que podría ser el responsable de la extrañísima patología de somnolencia; el problema actual es encontrar de dónde provino esta sustancia. Se ha descartado que provenga de virus o bacterias, inclusive de la contaminación del suelo o el agua con químicos. Según las observaciones de los propios pacientes, este fenómeno se manifiesta ante el incremento brusco de temperatura.
Este extraño mal ya ha atacado de manera brutal; recientemente, según un enfermero local, en septiembre del año 2014 ocho niños se quedaron dormidos el primer día de clase. Anteriormente, 20 personas se desmayaron, no pudieron controlar sus ganas de dormir y despertaron después de varios días y al menos 60 residentes se durmieron a la vez en el invierno del 2013.
Un mínimo de 100 personas ha presentado este mal que se ha transformado en epidemia. Algunas personas lo han presentado más de una vez, incrementándose el tiempo de sueño, quedando completamente dormidas por más de 12 horas, días e incluso una semana entera, esto genera que cada habitante viva con miedo debido a la posibilidad de nunca poder despertar al saber que esta enfermedad no tiene cura, y que su origen se desconoce.
Hay algunos residentes que han comenzado a sugerir con insistencia que la verdadera causa de la somnolencia generalizada en Kalachi está vinculada a las minas radioactivas de uranio instaladas en la época soviética, (Kazajstán formó parte de la URSS hasta el año de 1991) argumentando que no sería correcto el hecho de no tomarlas en cuenta, dado que el nivel de radiación en Kalachi, según los últimos estudios, ha resultado ser 16 veces mayor al normal.

Cabe señalar que el uranio siempre está expuesto ante nosotros en la comida, el aire, el suelo y el agua, ya que está presente en éstos de forma natural. Los vegetales y el agua nos proporcionarán pequeñas cantidades de uranio predominantemente natural y respiraremos concentraciones mínimas de uranio en el aire.
La concentración de uranio en el marisco, por ejemplo, es normalmente tan baja que es ignorada; sin embargo, las personas que viven cerca de vertederos de sustancias peligrosas o cerca de minas, las que trabajan en la industria del fosfato y con vidrios de uranio, las que comen cultivos que crecieron en suelo contaminado o las que beben agua de un lugar de vertido de uranio pueden experimentar una exposición más elevada que otras personas, provocando que se puedan producir efectos químicos después de la toma de grandes cantidades de uranio causando efectos tales como enfermedades del hígado y si se expone a los radionucleidos del uranio que se forman durante la desintegración radioactiva por un largo periodo de tiempo, pueden desarrollar cáncer.
Por otra parte, los mineros que trabajaron en esas minas de uranio, afirman que esa teoría no representa una explicación lógica porque nunca cayeron dormidos o sintieron algo parecido. Lo que también es extraño es que ningún cultivo vegetal, agua cercana, tierra, edificios o algún vestigio de civilización se encuentra con radiación o algún efecto de ésta, representando sólo una hipótesis sin sustento y un problema para los investigadores del caso.
Los investigadores encargados de la recolección de datos con los habitantes de la zona, así como los médicos y enfermeros residentes que los atienden han explicado que después de haber recibido extremo cuidado, los pacientes continúan su vida normal hasta que vuelven a sentir un pequeño desorden en su ritmo de sueño y vuelven a presentar la sintomatología, en especial los niños presentan encefalopatía y una mala función en el cerebro.
Todo aquello que es desconocido para el hombre representa un gran temor, dado que no se sabe con qué se está tratando, si es contagiosa o no, si representa un factor de riesgo a nivel mundial como el reciente caso del ébola en África (que ya no representa un riesgo latente, debido a los avances en cuanto al tratamiento y su investigación) y en parte el nivel de importancia, puesto que no se ha registrado aún alguna muerte por esta patología sin explicación, pero sí grandes daños físicos al ser humano que lo padece (uno de cada diez habitantes) y psicológicos al que no, pues duermen por días completos y ni la ciencia sabe el por qué.
Los científicos todavía están estudiando la teoría sobre una reacción al aire que proviene de unas minas de uranio instaladas en la zona, pues la erosión causada por la minas y de más factores climáticos parecen provocar que mayores cantidades de uranio sean liberadas al medio ambiente.