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"BOKO HARAM Y LA INTOLERANCIA RELIGIOSA"

  • Patricio Patiño
  • 28 ene 2015
  • 4 Min. de lectura

Armando García López

@AglRRII

“La educación occidental es pecado”, “La pretenciosidad es una maldición”, “La educación occidental es una maldición”; son algunos de los significados e interpretaciones que se le da al nombre Boko Haram, mismo que se encuentra en un idioma afroasiático de nombre Hausa poco estudiado, de ahí su dificultad en la interpretación.


Nigeria, antigua colonia británica ubicada en la parte occidental de África, es el Estado más poblado de áfrica con cientos de etnias y una diversidad lingüística y cultural. Una particularidad de Nigeria es su mayor estigma y es que cerca de la mitad de su población es cristiana y la otra mitad es musulmana.


Desde hace un par de años, los medios de comunicación “occidentales” demandaron atentados en contra de población cristiana de manera sistemática, ataques realizados por Boko Haram.

Visto de cualquier ángulo, el nombre parece dar a conocer en demasía los principios de este grupo armado y es considerado como un grupo islámico extremista, caracterizado por buscar la imposición de la Sharía en territorios africanos y avanzar a Europa de poco en poco.


Dejando de lado esta visión de expansión del grupo armado, tenemos que tomar en cuenta que la situación por la que surge Boko Haram es por el odio casi automático que se profesan los cristianos y musulmanes dentro de territorio nigeriano.


En la región de Jos, ubicada al centro de Nigeria la situación entre musulmanes y cristianos comenzó a verse distorsionada y llevada a extremos de conflicto en épocas recientes, pues fue en el 2013 que el grupo armado Boko Haram llegó a esta región comenzando a crear el odio sistemático hacia las poblaciones cristianas.


Debemos de considerar que esta situación surge por algún motivo y no es como los medios de comunicación “occidentales” difunden la información; no se trata solamente de musulmanes asesinando cristianos por el hecho de ser cristianos, pues con este tipo de juicios se consigue crear una cadena de desprestigio hacia una religión.


Las preferencias gubernamentales, de organizaciones internacionales, organismos internacionales y donaciones eran en mayoría hacia las poblaciones cristianas; dejando de lado a los pobladores musulmanes. Esto trajo descontento social, protestas que no fueron escuchadas y demandas sobre un trato igualitario.


Esto fue aprovechado por un grupo armado de nombre Boko Haram el cual tomó estos acontecimientos como una parte fundamental para su crecimiento continuo, no se justifica en ningún momento las atrocidades que han venido realizando pero esta es una muestra de cómo la indiferencia ante un hecho que parece menor puede traer la mayor de las consecuencias.

La indiferencia, combinada con cierta dosis de una búsqueda de deseos para mantener alejada a una religión que históricamente a la sociedad “occidental” le parece totalmente desconocida, misteriosa y peligrosa, el islam.

Es aquí cuando comienza el análisis sobre los valores de la sociedad “occidental” y si son realmente los adecuados para una población con esta dualidad religiosa. La falta de información que tenemos, referente a una religión, en este caso el islam, hace que casi de manera automática se evite y se mantenga “a raya”.

La ignorancia sobre una religión crea odios nada fundamentados, por el hecho de que sus prácticas parecen atentar contra la integridad humana; pero aquí tenemos que reflexionar que no todas las personas que practican el islam son radicales o que algunos practicantes del islam sean radicales; esto no implica que las religiones occidentales sean las adecuadas o estén en lo correcto.

Boko Haram mantiene una postura de erradicar la educación occidental y acabar con la misma sociedad occidental, basado en un comportamiento radical tratando de imponer la Sharía. Una vez más, no se justifica, pero parte de este odio viene de la misma incomprensión por parte de la sociedad “occidental” respecto a las religiones “orientales”.


La Sharía es vista como una práctica que va en detrimento de los Derechos Humanos, sin embargo debe mencionarse en nuestro análisis que la Sharía es una mera interpretación del libro sagrado de una religión y que, así como en México se tiene la conciencia de que las prácticas son en extremo conservadoras de la población de la Nueva Jerusalén en Michoacán, debemos de tener en cuenta que dentro de todas las religiones existen diversas interpretaciones y polos de comportamiento.


No se busca hacer un análisis ni recuento de las acciones de este grupo llamado Boko Haram, mismo que actúa en toda la región de África Occidental, principalmente en Níger y Nigeria. Se busca crear una conciencia colectiva sobre lo que la intolerancia y la ignorancia hacia una religión puede traer como consecuencia.


Grupos armados que usan los sentimientos que dejan la intolerancia y la ignorancia hacia su propia religión son en extremo peligrosos, y que esto pueda ser usado para cuestiones políticas o militares es aun más deleznable. No se pretende dar una clase sobre qué religión es mejor o peor, lo que cada humano tenga como creencia es individual pero lo que si queda en cada uno de nosotros es la tolerancia y la información. Un atentado a un semanario francés, llevó toda la atención de los medios, pero las matanzas que se dieron en Nigeria, hace cuestión de días , no se tocaron por ningún medio. Las persecuciones a musulmanes en Angola, no han sido demandadas por la opinión de los medios masivos, la segregación en Etiopía a poblaciones árabes y musulmanas se ha venido diluyendo entre notas y espacios informativos pequeños.

El respeto a los diversos rasgos religiosos es fundamental en este mundo globalizado que al parecer busca eliminar todo rasgo ajeno a su concepción.

 
 
 

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