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"ARMA BACTERIANA"

  • Patricio Patiño
  • 13 ene 2015
  • 4 Min. de lectura

ARMANDO ZARATE BECERRIL

Lo que sucedió el 2 de abril del año 1979 en Sverdlovsk, en la ex Unión Soviética, no fue más que una prueba de algo que se sospechaba desde hace mucho tiempo: el armamento biológico de destrucción masiva era una realidad.


En esa fecha, en el complejo militar número 19, hubo una explosión que accidentalmente liberó unos cuantos miligramos de esporas de Bacillus anthracis. Pocos días después, 96 personas enfermaron de ántrax y 69 de ellas murieron. Ésta fue la peor epidemia de ántrax humano adquirido por inhalación de esporas registrada hasta la fecha. Durante años, las autoridades de la antigua Unión Soviética argumentaron que la epidemia fue originada por el consumo de carne contaminada con bacilos del ántrax, situación que de vez en cuando sucede, sobre todo en regiones en las que este bacilo habita naturalmente, como es el caso de Sverdlovsk (hoy Ekaterimburgo). Sin embargo, para mayo del año 1992, Boris Yeltsin admitió que en Sverdlovsk se estaban desarrollando armas biológicas, el ántrax entre ellas.


Para tratar de entender por qué han proliferado en estos dos siglos las armas biológicas, es útil saber qué se entiende por arma biológica y después cuáles son las ventajas y desventajas de su uso. Un arma bacteriana, viral (mejor conocida como biológica), está fabricada con virus, bacterias y otros agentes vivos altamente contagiosos y de una virulencia terrorífica con el fin de dañar o aniquilar a las fuerzas militares del enemigo, sus poblaciones civiles o contaminar sus fuentes de agua o alimentación. Estos agentes biológicos, susceptibles, pueden ser manipulados genéticamente para incrementar su poder patógeno, provocando infecciones intratables que en peor de los casos termina con la muerte.


Armas biológicas Curiosidades.batanga.com

Para fabricar un arma biológica, teóricamente se puede utilizar cualquier microorganismo patogénico. Por ejemplo, en el año de 1984 en Dallas (Oregón), la secta religiosa Rajneeshi contaminó con la bacteria Salmonella las barras de ensalada de una cadena de restaurantes, lo cual dio como resultado que 751 personas tuvieran que ser hospitalizadas por malestares gastrointestinales más o menos severos; afortunadamente en esa ocasión nadie falleció. Pero desde el punto de vista práctico, sólo un pequeño número de microorganismos tienen la potencialidad de utilizarse efectivamente como armas biológicas.


Hay que tomar en cuenta que el microorganismo elegido tiene que poder cultivarse en grandes cantidades y poder dispersarse con facilidad (de preferencia como aerosol); debe ser muy infeccioso y de preferencia que pueda contagiarse de persona a persona. Otro requisito es que con bajas dosis del organismo elegido se pueda iniciar la enfermedad, ya que muchas veces no basta para ese propósito que un solo virus o una bacteria infecte a una persona. Los microorganismos con potencialidad de ser utilizados como armas deben ser estables en el ambiente, para así asegurar su permanencia como agentes patogénicos y por último, hay que tomar en cuenta la existencia o no de medidas preventivas o terapéuticas.


El manual de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) menciona 31 organismos con una potencialidad real de ser usados como armas. La lista incluye: la viruela, el ántrax, la peste, el botulismo, la tularemia, el tifus, la fiebre Q, la encefalitis equina venezolana, el ébola y la influenza (recordemos que esta última enfermedad mató a cerca de 25 millones de personas alrededor del mundo en 1918). De estos 31 organismos, la viruela y el ántrax son los que más fácilmente se pueden convertir en armas biológicas de alta eficiencia.


Pese a que la Convención de Armas Bacteriológicas de 1972 prohíbe el desarrollo y la posesión de armas biológicas, existen informes que denuncian su incumplimiento. En 1995, la CIA reveló que al menos 17 países fabricaban armas biológicas, dentro de esos países se encuentran: Irak, Bulgaria, India, Rusia, China, Estados Unidos, Libia y Siria. Entre el plantel de microbios que pueblan las bombas biológicas destacan los siguientes:


Ántrax

Virus del Ántrax www.creces.cl

Esta 'vieja' arma bacteriológica (con la que ya se experimentó en la I Guerra Mundial) sigue siendo la más temida, aunque entre los animales no es más que una afección muy común. En el hombre, es una grave infección que se contagia por vía cutánea o aérea, aunque no de persona a persona. La forma pulmonar (que se contrae al inhalar esporas de Bacillus anthracis) es la más mortífera (mata al 90% de los infectados).


Existe una vacuna contra el ántrax, aunque sólo se administra a los grupos de riesgo, como militares, veterinario o personal de laboratorio.


Peste bubónica

A lo largo de la historia, Yersinia pestis ha provocado 200 millones de muertes. El agente infeccioso 'culpable' de la Peste Negra del Medievo, puede contagiarse entre los humanos por vía aérea.

Una vez que llega al flujo sanguíneo del enfermo, infecta sus ganglios linfáticos, formando los 'bubones'. Después, el patógeno llega a los pulmones y la enfermedad se vuelve mortal.


Viruela Esta enfermedad infecciosa (caracterizada por la erupción de pústulas y fiebre alta) está oficialmente revocada. Sin embargo, el virus de la viruela puede ser una eficaz arma bacteriológica pues, aunque no es tan mortal como el ántrax (sólo el 30% de los que se infectan acaba muriendo), se contagia muy rápidamente. Además, puede modificarse y convertirse en un agente patógeno aún más virulento


Botulismo La toxina botulínica (producida por el bacilo Clostridium botulinium) provoca una intoxicación, a menudo mortal, caracterizada por la fatiga y la debilidad muscular y por los trastornos visuales. Se contrae por la ingestión de comida contaminada y puede manifestarse hasta una semana después de la contaminación.


Ébola


El virus hemorrágico (culpable de grandes epidemias en África) es un gran desconocido: ya que no se sabe la fuente del microorganismo, su mecanismo de transmisión, ni existe vacuna. El virus del ébola (se contagia por contacto directo) se replica por todo el organismo del enfermo, destroza la integridad de los capilares y produce coagulación intravascular diseminada. Al cabo de una semana, el 90% de los infectados mueren.

Virus del ébola, www.scientia.com

 
 
 

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